Los jóvenes y el lenguaje agresivo

Un reciente estudio del grupo de investigación en Argumentacion y Persuasion en Lingüistica de la Universidad de Sevilla titulado La violencia verbal y sus consecuencias sociales realizado por Catalina Fuentes y llevado a cabo con el fin de describir las situaciones lingüísticas de la población en España para mejorar las relaciones sociales y mostrar las caras de la manipulación lingüística aborda la situación de las diferentes formas de comunicación dentro de la sociedad española actual,
El estudio remarca que “Los jóvenes usan frases agresivas, en muchas ocasiones para crear grupo, consideran lo descortés como un camino para integrarse y distinguen perfectamente, en su mayoría, esta actitud, con quién hablan y cómo hablan según el contexto en el que se encuentran”.

Los jóvenes y sus modelos

Según la directora del estudio:"Cuando empezamos nuestro estudio proliferaban en las televisiones las tertulias, especialmente del corazón, en las que se producía un contrasentido lingüístico, porque para comunicarse en teoría hay que respetar los turnos de habla”. En este tipo de  programas se observa  que la falta de educación y el insulto se han convertido en la norma de comunicación y en una forma de espectáculo en si mismo. Los investigadores alertan de la posibilidad que estos modelos de comunicación violenya se trasladen a la sociedad y que  al considerarse normales se legitimen como norma.

En el ámbito político, relacionado con los programas televisivos y con los modelos de conductas, el estudio indica que: “la norma de comunicación en la política es el enfrentamiento y en ese contexto las acusaciones pierden fuerza. Además, depende del rol que juegue cada participante (Gobierno u oposición). Se trata de un lenguaje muy formulario,  con estructuras estándares, con una retórica que no busca convencer al otro. A veces se cae en el error de quedarse sólo con las estructuras, de modo que el registro no llega al receptor; o de "perder los papeles" y perder así también el dominio del lenguaje, lo que nos deja más indefensos”. Es decir, en lo que toca al lenguaje politico, se centra más en los formulismos y en la retórica destinada a sus propios votantes que en convencer al contrario.

Fuente: Andalucia innova