La teoria de las ventanas rotas
Publicado por: Unknown en
Ciencia
a las 16:45
Según escribió Antonio Argandoña , profesor de Economía del Instituto de Estudios Superiores de la Empresa (IESE).Se trata de una teoría sobre el contagio de las conductas inmorales o incívicas.
Tiene su origen en un experimento que llevó a cabo un psicólogo de la Universidad de Stanford, Philip Zimbardo, en 1969.En dicho experimento abandonó un coche en las calles del Bronx de Nueva York, con las placas de matrícula arrancadas y las puertas abiertas. Con el objetivo de ver qué ocurría.El resultado fue que a los 10 minutos empezaron a robar sus componentes.A los tres días no quedaba nada de valor. Luego empezaron a destrozarlo.
El experimento tenía una segunda parte: abandonó otro coche, en condiciones similares, pero en un barrio rico, el de Palo Alto, en California. No pasó nada. El coche siguió intacto durante una semana. Entonces, Zimbardo dio un paso más, y rompió algunas partes de la carrocería con un martillo.Esto debió de ser la señal que los honrados ciudadanos de Palo Alto esperaban, porque al cabo de pocas horas el coche estaba tan destrozado como el del Bronx.
Este experimento es el que dio lugar a la teoría de las ventanas rotas, elaborada por James Wilson y George Kelling, Dicha teoria postula que si en un edificio aparece una ventana rota, y no se arregla pronto, el resto de ventanas acaban siendo destrozadas por los vándalos. ¿Por qué? Porque es divertido romper cristales, desde luego. Pero, sobre todo, porque la ventana rota envía un mensaje: "Aquí no hay nadie que cuide de esto" lo cual lleva implicita la posibilidad de cometer un acto inmoral sin riesgo a ser reprendido.
Los ayuntamientos conocen bien esta teoría. Cuando aparece un grafitti en una pared, si no se borra pronto, toda la pared aparece llena de pintadas. De ahí la importancia de mantener siempre la ciudad limpia, las calles en orden, los jardines en buen estado... También la policía lo sabe, y por eso considera importante atajar no sólo los grandes crímenes, sino también las pequeñas transgresiones.El mensaje de esta teoria es claro: una vez que se empiezan a desobedecer las normas que mantienen el orden en una comunidad, tanto el orden como la comunidad empiezan a deteriorarse, a menudo a una velocidad sorprendente. Las
conductas incivilizadas se contagian.Otra consecuencia es que las personas civilizadas se retraen. Wilson y Kelling lo explicaban así:
empleados es más fácil. Si lo que cuenta es la rentabilidad a corto plazo, se descuidan las normas de seguridad e higiene en el trabajo y las de seguridad del producto o del servicio, se trata a las personas con menos respeto, el cliente es cada vez más un objeto y no una persona cuyas necesidades hay que satisfacer...
En estos casos, ni la policía ni los servicios de limpieza del Ayuntamiento pueden hacer nada, como ocurría en los casos anteriores.
La solución corresponde a los ciudadanos mismos, la decisión de ir recuperando las conductas cívicas y morales en la familia, en la empresa, en el club deportivo, en la ciudad, en los medios de comunicación, etcétera.
Hace ya muchos años el insigne filósofo Inmanuel Kant propuso una regla muy útil:
¿Te gustaría que todos rompiesen los coches, pintasen las paredes, mintiesen, robasen o defraudasen? ¿No? Entonces esas conductas no deben ser llevadas a cabo, aunque sean muy agradables -ya hemos dicho que romper cristales es un placer, aunque algo salvaje- y muy beneficiosas para uno mismo.Entre otras razones porque adoptar esas conductas nos empeora a nosotros mismos como personas, como ya dijo Aristóteles, hace aún más años:
Tiene su origen en un experimento que llevó a cabo un psicólogo de la Universidad de Stanford, Philip Zimbardo, en 1969.En dicho experimento abandonó un coche en las calles del Bronx de Nueva York, con las placas de matrícula arrancadas y las puertas abiertas. Con el objetivo de ver qué ocurría.El resultado fue que a los 10 minutos empezaron a robar sus componentes.A los tres días no quedaba nada de valor. Luego empezaron a destrozarlo.
El experimento tenía una segunda parte: abandonó otro coche, en condiciones similares, pero en un barrio rico, el de Palo Alto, en California. No pasó nada. El coche siguió intacto durante una semana. Entonces, Zimbardo dio un paso más, y rompió algunas partes de la carrocería con un martillo.Esto debió de ser la señal que los honrados ciudadanos de Palo Alto esperaban, porque al cabo de pocas horas el coche estaba tan destrozado como el del Bronx.
Este experimento es el que dio lugar a la teoría de las ventanas rotas, elaborada por James Wilson y George Kelling, Dicha teoria postula que si en un edificio aparece una ventana rota, y no se arregla pronto, el resto de ventanas acaban siendo destrozadas por los vándalos. ¿Por qué? Porque es divertido romper cristales, desde luego. Pero, sobre todo, porque la ventana rota envía un mensaje: "Aquí no hay nadie que cuide de esto" lo cual lleva implicita la posibilidad de cometer un acto inmoral sin riesgo a ser reprendido.
Los ayuntamientos conocen bien esta teoría. Cuando aparece un grafitti en una pared, si no se borra pronto, toda la pared aparece llena de pintadas. De ahí la importancia de mantener siempre la ciudad limpia, las calles en orden, los jardines en buen estado... También la policía lo sabe, y por eso considera importante atajar no sólo los grandes crímenes, sino también las pequeñas transgresiones.El mensaje de esta teoria es claro: una vez que se empiezan a desobedecer las normas que mantienen el orden en una comunidad, tanto el orden como la comunidad empiezan a deteriorarse, a menudo a una velocidad sorprendente. Las
conductas incivilizadas se contagian.Otra consecuencia es que las personas civilizadas se retraen. Wilson y Kelling lo explicaban así:
"Muchos ciudadanos pensarán que el crimen, sobre todo el crimen violento, se multiplica, yconsiguientemente modificarán su conducta. Usarán las calles con menos frecuencia y, cuando lo hagan, se mantendrán alejados de los otros, moviéndose rápidamente, sin mirarles ni hablarles. No querrán implicarse con ellos. Para algunos, esa atomización creciente no serárelevante, pero lo será para otros, que obtienen satisfacciones de esa relación con los demás. Para ellos, el barrio dejará de existir, excepto en lo que se refiere a algunos amigos fiables con los que estarán dispuestos a reunirse".Esto vale para otras facetas de la vida social. Por ejemplo, si en una empresa se descuidan algunas normas éticas, el ambiente se deteriora.Si se falsea la contabilidad para pagar menos impuestos, mentir a los
empleados es más fácil. Si lo que cuenta es la rentabilidad a corto plazo, se descuidan las normas de seguridad e higiene en el trabajo y las de seguridad del producto o del servicio, se trata a las personas con menos respeto, el cliente es cada vez más un objeto y no una persona cuyas necesidades hay que satisfacer...
En estos casos, ni la policía ni los servicios de limpieza del Ayuntamiento pueden hacer nada, como ocurría en los casos anteriores.
La solución corresponde a los ciudadanos mismos, la decisión de ir recuperando las conductas cívicas y morales en la familia, en la empresa, en el club deportivo, en la ciudad, en los medios de comunicación, etcétera.
Hace ya muchos años el insigne filósofo Inmanuel Kant propuso una regla muy útil:
"Actúa siempre de modo que tu conducta pueda ser considerada una regla universal"
¿Te gustaría que todos rompiesen los coches, pintasen las paredes, mintiesen, robasen o defraudasen? ¿No? Entonces esas conductas no deben ser llevadas a cabo, aunque sean muy agradables -ya hemos dicho que romper cristales es un placer, aunque algo salvaje- y muy beneficiosas para uno mismo.Entre otras razones porque adoptar esas conductas nos empeora a nosotros mismos como personas, como ya dijo Aristóteles, hace aún más años:
"Si no quieres ser mentiroso, no digas la primera mentira, porque... la próxima vez será más fácil."
2 comentarios:
Totalmente cierto, yo lo conocía con la basura. Si hay un papel en en suelo, luego viene otro y otro, hasta convertirse en un basurero. Si está todo limpio, difícilmente nadie se atreverá a ensuciar.
Son reglas no escritas que todos conocemos implicitamente, en cierto modo nos parecemos a un rebaño ;)
Gracias por el comentario.
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