¿Esta el cerebro humano "programado" para ejercer el altruismo?

 

"Wesley Autrey, un trabajador de color del sector de la construcción, con 55 años de edad, veterano de la Marina y padre de dos hijos, no conocía al joven que estaba de pie a su lado. Pero cuando este joven tuvo un ataque epiléptico en el andén del metro y cayó hacia las vías, Autrey saltó detrás de él y le protegió con su propio cuerpo de un tren que se abalanzó sobre ellos. Autrey pudo haber muerto, "

¿Por qué arriesgó su vida de manera tan temeraria para salvar a este joven, un completo desconocido para él?, Donald Pfaff, el autor del nuevo libro "The Neuroscience of Fair Play: Why We (Usually) Follow the Golden Rule" (La neurociencia del juego limpio: Por qué (generalmente) seguimos la Regla de Oro) cree tener la respuesta, según él , el cerebro humano tiene una especie de "programación" según la cual tendemos a hacer a los demás lo que nos gustaría que nos hicieran a nosotros, los actos individuales de maldad o agresión se producirían cuando estos mecanismos se colapsan o no funcionan.

Se basa en la constatación de que todas las religiones, aunque no tengan contacto geográfico, presentan este principio, lo que indica una base neurológica común, lo cual demuestra en experimentos de laboratorio, en la Universidad Rockefeller donde estudia hormonas e impulsos eléctricos en zonas del cerebro relacionados con la bondad.

Segúin este autor: "Hay personas que son prosociales; afrontan el mundo con una sonrisa y son uniformemente amables con los demás", explica Pfaff. "Otras se enfrentan al mundo con un gruñido y son rutinariamente agresivas y desconsideradas. La mayoría de nosotros estamos en equilibrio; casi todo el tiempo somos capaces de tratar con los demás de manera civilizada y considerada. Pero nadie es perfecto; incluso las personas del grupo prosocial han hecho trampas en sus impuestos".