Nacho San Miguel

Museo del Louvre

Publicado por: Unknown en a las 0:01
Museo del Louvre, Escriba sentado

Escriba sentado
Es una de las estatuas más representativas de la escultura de la V dinastía de Egipto, y una de las más famosas y bien conservadas de toda la Civilización egipcia. Fue esculpida entre los años 2480 y 2350 a. C.
Se realizó en una época en que Egipto se encuentra en la cima de su gloria, Hecho de caliza, cristal de roca, cobre y magnesio, su cara está atenta y su mirada es viva; esta parte del cuerpo es muy realista, resaltan los pómulos y las mejillas están huecas, mientras los ojos presentan muchos detalles. Las manos están talladas con una cierta atención al detalle. Su postura es un poco hierática, su actitud es tiesa. Presenta muchas formas, en el vientre, que hacen resultar su obesidad

Museo del Louvre, Eros y Psiqué 
Eros y Psiqué
La simbolización del destino, del alma humana dividida por la atracción opuesta que sobre ella ejercen el amor divino y el terrenal










Museo del Louvre, Victoria de Samotracia
Victoria  de Samotracia
Tiene una altura de 245 cm y se elaboró en mármol hacia el 190 a. C. Procede del santuario de los Cabiros en Samotracia. Algunos expertos la atribuyen con cierta probabilidad a Pithókritos de Rodas. Fue descubierta en 1863 en la isla de Samotracia (Samothraki, en griego) por el cónsul francés Charles Champoiseau, un arqueólogo aficionado.
Aunque cuando se descubrió se pensó que fue mandada esculpir por Demetrio Poliorcetes para conmemorar su triunfo naval en Salamina sobre la flota de Ptolomeo Sóter en el año 306 a. C., porque figuraba en las monedas emitidas del 294 al 288 a. C., la datación de la escultura hacia comienzos del siglo II antes de Cristo hace más lógico pensar que en realidad se labró para celebrar las victorias sobre Antíoco III Megas.
La figura femenina de la Victoria con alas se posa sobre la proa de un navío, que actúa de pedestal de la figura femenina, cuyo cuerpo presenta una leve y graciosa torsión.  
 Museo del Louvre, Caballos de Marly
Caballos de Marly
Los caballos se espantan y agitan con frenesí ante el domador. Por su lado, los domadores hacen gala de su fuerza y energía por dominar la naturaleza salvaje de los animales. Debido a que se espantan y encabritan, solamente se apoyan en sus patas traseras, por lo que el artista ha colocado debajo formaciones rocosas para dar más apoyo a la figura. Llama poderosamente la atención lo dinámica que resulta la escena.

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